Desde que comenzamos este blog, creo que sólo hemos compartido o comentado experiencias que tienen que ver con los sentimientos de los padres de niños en circunstancias especiales.
Ahora caigo en la cuenta de que nos dejamos atrás a unas personitas que tienen mucho que decir en estos casos. Se trata de los hermanos, cuando los hay, mayores o pequeños, de esos mismos niños especiales.
Si estos hermanos tienen ya cierto nivel de razonamiento, la situación que viven no es nada sencilla de entender para ellos. Si es cierto que los adultos nos tenemos que tomar nuestro tiempo para superar un necesario duelo, con ellos la cosa no es distinta, con el añadido de que no pueden asimilar toda la información médica que reciben los adultos.
Tienen cientos de ocasiones al cabo del día donde comparar lo que ven en casa con lo que ven fuera de ella, y eso es muy difícil de llevar. Cuando ven que otros hermanitos de amigos suyos ya andan, ya hablan, ya hacen todo tipo de gracias, comienzan las preguntas más difíciles que te puedas plantear.
«¿Y la hermanita, cuándo va a andar? Pues, la hermanita de mi amiga ya dice hola… Y mi hermanita ¿no es mayor?»
Hay que ejercer, entonces, un poco de psicólogo para enfocar la cuestión con ellos, sin que lleguen a preocuparse, sin que lleguen a perder la realidad de las cosas y, por supuesto, sin que pierdan la ilusión.
Es complicado volcarte, como lo requiere, con un hijo con necesidades especiales y acordarte de que hay otro hijo más en casa, con una edad donde es vital sentir el cariño de sus padres y que, si no lo nota, el efecto puede ser muy negativo.
En nuestro caso, por suerte, su hermana lo hace todo más fácil. Está adquiriendo una madurez admirable. Pero, en ocasiones, te preguntas si es bueno precisamente que madure a esa velocidad. Es una niña, y quizás debería tener en su cabeza preocupaciones más propias de su edad.
Hay días en que se convierte en una válvula de escape. No todo puede ser trabajo, fisios y médicos. También nosotros queremos jugar y olvidarnos de todo lo serio que nos ocupa la semana. Entonces comienzan las risas y, por un instante, todo parece impecablemente perfecto.
Es increíble, a poco que le decimos que hay cita con algún médico, ella no pone ningún impedimento para quedarse en casa de sus abuelos o de quien sea. Por la hermanita, lo que haga falta. Y, luego, en cuanto te ve, ya te está preguntando cómo ha ido todo, cómo está la peque, e insiste por si acaso le ocultas algo… Cinco años, os lo recuerdo.
Una vez, un amigo nuestro bromeó con llevarse a la hermanita con él, a su casa, para siempre. Nunca vi a Paula llorar como ese día. Se lo tomó tan a pecho, que hasta nos sentimos mal por haber jugado con sus sentimientos. No lo esperamos, la verdad. Pero, se ve que ha generado un instinto protector altísimo y que, aunque eche a veces de menos una compañera de juegos como la que ve en sus amigos, no deja de ser su hermanita del alma, y ay de aquél que pretenda tocarla.
Tu miedo se sitúa, no ya en los años más inmediatos, sino en el futuro. Cómo lo encajará la mayor y si le costará asumir esas responsabilidades el día de mañana.
Muchas noches, cuando ya están acostadas, nos quedamos mirando primero a una, y das las vueltas habituales a tu cabeza, pensando qué no pasará por la suya. Luego, irremediablemente, te centras en la camita de al lado, y ves a otra niña, más mayor, también plácidamente dormida. Y no puedes evitar preguntarte qué otros sueños pasarán por esa almohada.
nos sentimos muy orgullosos de tener esas dos nietas tan divina. esperamos con mucha impaciencia que nos diga mercedita abuela o abuelo, te voy a dar una alegría, me voy a quedar a dormir con vosotros…
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Compadre me acuerdo del día que le dije que me llevaba a merceditas a casa….paula me iba a matar
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Paula no solo es madura: es cariñosa, dulce, sincera, tolerante, respetuosa, educada…. y lo más importante FELIZ! Su cara irradia felicidad a la par que serenidad y, como bien dices Bernardo, con sólo 5 años. Por eso, por muchas vueltas que le deis a la cabeza, mirando a una cama y a la de al lado, podeis estar orgullosos de vuestros dos soles y de que eso es, en un muy alto porcentaje, gracias a vosotros
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