Un cuento…
Un día en Liliput, los pequeños habitantes de la isla se dieron cuenta de que echaban de menos a Gulliver.
El Rey mandó reunir al Comité de Sabios. «Necesitamos volver a ver al gigante. Pensad en una solución antes del anochecer» -les indicó el monarca-, «cuando caiga el Sol, caerán también vuestras cabezas si no me explicáis, convicentemente, cómo lo haremos».
Los sesudos del pequeño lugar debatieron horas sobre cuál sería la mejor manera de contactar con él. Pensaron en mandar palomas mensajeras a buscarlo, pero se dieron cuenta de que nunca ninguna de ellas había estado en el País de donde vino Gulliver y, por tanto no podrían dar con él.
Pensaron también en hacer un gran fuego, para que pudiera verse desde lejos, a ver si su amigo caía en la cuenta de que eran ellos y volvía en su busca. Pero para que un fuego adquiriera una magnitud considerable, poco menos que tendrían que quemar toda la isla, y no era plan.
Por fin, parece que alguien dio con una solución que todos consensuaron justo cuando el astro comenzaba a meterse en el agua. Entonces, el Rey llamó a consultas a todos sus asesores y habló el portavoz de ellos.
«Majestad, mandaremos un emisario a buscarlo, en un barco. Gulliver, cuando estuvo en nuestra isla, acostumbraba a pasar el tiempo haciendo barcos de papel. Tomaremos uno de esos barcos y enviaremos a nuestro más valiente soldado a navegar hasta encontrarlo. Los barcos de papel pesan poco, y podremos introducir víveres suficientes para la travesía. Con las indicaciones que nos dio Gulliver, calculamos que lo habrá de encontrar antes de la próxima primavera».
El Rey pareció contento con la explicación del sabio y ordenó preparar todo para la próxima noche de luna llena. Hasta entonces todo fueron fiestas y honores para agradecer al soldado su gesto en beneficio de los demás.
Zarpó el barco y lo despidieron desde la playa hasta que se perdió en el horizonte. Los habitantes estaban entusiasmados y siguieron celebrándolo varios días después. Pasó el verano, el otoño, el invierno y unas cinco primaveras más.
Nunca volvió a saberse del valiente mensajero, ni de Gulliver. Y es que el barco de papel no duró mucho más de un día a flote. Se empapó, como era de esperar, y acabó en el fondo marino junto con su aguerrido ocupante y todos sus víveres.
Moraleja…
Estaréis pensando a qué viene todo esto. Bien, llevamos apenas tres semanas de fiesta y de preparativos para iniciar un viaje con toda la ilusión del mundo. Por nuestra parte, estamos plenamente convencidos de poder alcanzar nuestras metas, sobretodo con el apoyo y ánimo que todos nos estáis brindando.
Nos da la impresión de que estamos a punto de iniciar este viaje con un precioso barco de papel que, por muy bonito que lo hagamos, no podrá llegar muy lejos si no se hace como es debido, con madera para que sea fuerte y consistente.
Muchos nos preguntáis si es suficiente ese «eurito» que os propusimos al mes. Con ese «eurito», con muchos «euritos» al mes, podemos hacer filigranas, maravillas, no os preocupéis por eso. Pero es necesario que venzáis la pereza o lo que quiera que sea que hasta ahora os impide hacer ese gesto tan valioso para este propósito.
Hasta ahora hemos visto bastantes ingresos en la cuenta que os dimos, incluso alguno por mucho más de ese «eurito». Pero, lo cierto es que ni por asomo se acerca al número de visitas medias que tenemos al cabo del día.
Agradecemos eternamente vuestras muestras de ánimo, pero con eso solamente, nos tememos que no tendremos un barco en condiciones para esta aventura. Desde luego, tenemos muchas ideas en marcha para financiar este proyecto y la futura fundación, pero todo pasa por un apoyo real y palpable de todos vosotros.
De todos depende que hagamos algo serio, que no se quede, hablando de flotar, en agua de borrajas. No hace falta que aspiremos a un Titanic, de primeras, pero sí algo consistente donde podamos subirnos todos.
Nos hemos pensado muy mucho cómo transmitiros este mensaje, y finalmente lo planteamos de la forma más sutil que se nos ocurre. Pero es que es así, que sólo con ánimo no se llega muy lejos en esta vida. Si no que se lo pregunten al valiente soldado…
Esperando no haberos molestado, repetimos el número de cuenta que hemos abierto para todo esto. Mil gracias, otra vez.
Entidad: BMN CajaGranada
IBAN: ES1304873196339000070643
Titular: Mercedes Jordano Gordillo
Pues claro que si. Haremos todo lo posible y lo imposible por que el barco no se hunda.
Me gustaMe gusta
Buenos días,
Soy miembro de Cruz Roja y UNICEF. Lo que me convenció a apoyar esos proyectos fue saber qué se haría con el dinero.
Creo que saber con un poco más de detalle el objeto de esas pequeñas cuotas, ayudaría a muchos a dar el paso.
Espero haberos ayudado (no hace falta que publiquéis este post).
Saludos!
Me gustaMe gusta
Buenos días, Rocío.
Por supuesto que sirve tu comentario, y nos ayuda a responder a algo que se estará preguntando todavía más de uno.
Como sabes, la meta más inmediata es poder constituirnos en Fundación. Para ello es necesario un capital mínimo fundacional que la Ley establece en 30.000 euros. Una de las ventajas que se haga a través de ese tipo de entidad es que, si desaparece, el patrimonio de la Fundación debe destinarse, irremediablemente, a fines sociales que se recojan en los estatutos. Es decir, no puede quedarse en manos de particulares, lo cual es una garantía.
El presupuesto de la Fundación se destinará, en su mayoría -en torno a un 75%- a financiar parte de las terapias de los niños que lo soliciten. La idea es financiar el pago de facturas por servicios ya recibidos, y sin necesidad de que se correspondan con ningún centro en particular. Habría una lista de terapias a cubrir, actualizada periódicamente por un Consejo Médico Asesor, del que ya tenemos casi completada cu composición.
Los requisitos para acceder a esas ayudas estarán establecidos en estatutos para mejor conocimiento de todos.
El resto -en torno a un 25%-, se destinaría a la organización de actividades de intercambio de información de terapias y profesionales para que los padres puedan conocer más alternativas para sus hijos. Nos gustaría también poder crear una beca de investigación de enfermedades raras de la mano de alguna institución pública. Estamos en ello.
Los cargos de los que colaboremos con la Fundación serán gratuitos. Para nosotros, ya es suficiente poder trabajar en algo que servirá tanto a nuestros hijos como a hijos de terceros.
La Ley establece unos umbrales sobre los que una fundación tiene que someterse a Auditoría obligatoria. Nosotros creemos que, para dar más transparencia desde el primer momento, sería bueno someter las cuentas de la Fundación a una Auditoría voluntaria, y así lo haremos constar en estatutos.
Intentaremos valernos, el tiempo que sea factible, con la infraestructura más mínima, lo que pasa por no tener siquiera una sede mientras no sea necesaria. No tenemos intención de contratar ningún profesional en plantilla. Nosotros ayudaremos económicamente a las familias, pero no tendríamos contratado personal para esos servicios -fisioterapuetas, logopedas…-, porque creemos que de eso ya hay bastante oferta en las instituciones que funcionan hasta la fecha y no hace falta cubrir ese hueco.
Como veis, por nuestra parte, no queremos que se quede todo en un blog donde se cuenten experiencias que a todos les guste oír, sino que estamos trabajando por dar cuerpo a algo mucho más serio y más útil a largo plazo.
Por otra parte, insisto, las aportaciones de particulares no pueden suponer el músculo financiero central de un proyecto así. Lo vemos más como un vínculo duradero con vosotros -que os acordéis de nosotros cada vez que veáis el movimiento en vuestro extracto bancario- que como una forma de recaudar fondos. Por eso estamos poniendo en marcha otras muchas iniciativas que nos ofrecen desde todas partes, pero que aún están por madurar.
En fin, por favor, cualquier dudas, preguntad abiertamente.
Gracias!!
Me gustaMe gusta
con un pequeño esfuerzo se consigue adelante
Me gustaMe gusta