Todavía seguimos sorprendiéndonos con el efecto logrado en la gente con una cosa tan tonta como unas pulseras. En qué momento dimos con ellas y en qué momento hicimos la primera.
En ocasiones, nos da cierto puntito de coraje que alguien pueda comprarlas sin ser verdaderamente consciente de lo que hay detrás de ellas, sólo porque puedan ser más o menos monas o porque las estén llegando a ver por todas partes. Sí, es muy divertido y emocionante recibir montones de fotos desde los lugares más insospechados, pero queremos compartir con vosotros lo que supone, de verdad, toda esta historia de las pulseras de las gafitas.
Es curioso, encajaron muy bien desde el principio, pero fue un espaldarazo increíble cuando llegamos a compartir en redes sociales la foto que nos mandó nuestra Madrina, Macarena Gómez, que no deja de tener un ojo puesto en este proyecto y que, siempre que puede, da una vueltecita más de tuerca sin perder la oportunidad de «poner las gafas» al que tenga más cerca.
Debemos insistir, las hacemos nosotros, en familia -impresionante el ritmo de trabajo, especialmente Manolo y Mercedes, impresionante-. Y debemos insistir, todo el margen que dejan, mucho o poco, va a parar a la Fundación. Eso es algo de agradecer, incluso, a la cantidad de establecimientos amigos que nos echan una mano a distribuirlas.
Pueden parecer inofensivas pero, que sepáis que, pulsera a pulsera, hemos conseguido, por ejemplo, juntar un dinero curioso, que nos ha permitido constituir la Fundación y, por otro ejemplo, poner en marcha ya una bolsa de ayudas para que un buen número de familias puedan notar un alivio en las facturas que pagan de los tratamientos de sus hijos.
Por otro ejemplo más, vamos a establecer otra bolsa de ayudas de carácter extraordinario, donde pretendemos echar alguna mano para casos más significativos.
Por último, hemos creado una tercera bolsa de ayudas, esta vez para centros educativos con alumnos con necesidades especiales, para dotarlos de material que se echa en falta en sus aulas y que, sin duda, servirá de mucho.
Pronto estaremos en condiciones de contaros con más detalle ésta y otras muchas cosas en la memoria anual de la Fundación, y esperamos que os genere tanto orgullo como a vosotros.
Ésta es la parte económica de las pulsera pero, igual que las gafas tienen dos cristales, hay un segundo aspecto importante para nosotros viene siendo fundamental. Pensad que son varios miles de pulseras los que hemos distribuido en apenas seis meses, y pensad que ésas son otras tantas oportunidades que se nos han brindado para hablar de Miaoquehago a los destinatarios de esas pulseras. Sencillamente, como difusión, impagable. Y eso sí que os lo debemos a todos vosotros.
Hemos enviado encargos para bodas, para cumpleaños, comuniones, regalos de empresa, de 20, de 50, de 100, de 500… Ésas son muchas pulseras, creednos.
Nos han mandado fotos desde toda España y parte del extranjero, Sudáfrica, Australia, Dubai, China, Las Vegas… de locos. Y hemos visto esas gafitas en las muñecas de personas que jamás hubiésemos imaginado, Macarena con todos sus compañeros de «La que se avecina», Hamilton, Pepe Reina, Jordi Alba, y muchos más… Hasta hay un pueblo entero con nuestras pulseritas dichosas -grande, Rute…-. Incluso han salido en algún que otro artículo de prensa…
Hay quien ve en ellas una carita sonriente, y puede ser. A nosotros no nos importa seguir dejándonos la vista, las uñas y el sueño haciendo un millón pulseras, si vosotros seguís contagiando la Magia y la ilusión que estamos viendo desde que comenzamos. De verdad, que a nosotros no nos importa seguir haciendo muchas más de estas gafitas si vosotros os la seguís poniendo en la muñeca. Gracias…
¿Quieres más? Pídelas a miaoquehago@gmail.com
¡Me encanta! ¡Felicidades!
Me gustaMe gusta